Neus Ferri, una cantante entre Menorca y el Mundo

Por Ariadna Pons Soler

Esta valenciana nacida en Alcoy llegó a Menorca el mayo de 2017 para cantar en los hoteles, pero después de pasar tres veranos en la isla y enamorarse de ella, decidió que, si podía, se quedaba aquí todo el año

Neus nos habla de cómo ha sido su trayectoria tanto en la isla como en la música, mostrándonos que Menorca es, en contra de lo que se dice, un lugar donde puedes hacer muchas cosas, tanto en invierno como en verano. Desconectar también.

¿Qué te pareció Menorca la primera vez que estuviste aquí?

Nunca antes había estado en Baleares, y vine directamente aquí a trabajar por primera vez. Vi un par de playas y me enamoré, además era mayo y aún no había gente. Llegué a Ciutadella, donde estuve viviendo los dos primeros veranos, y luego el tercero ya vine a Mercadal, donde vivo desde entonces.

Cuando surgió la oportunidad de venirte a la isla, ¿conocías Menorca?

No tenía ni idea de como era Menorca. Yo necesitaba un cambio en mi vida, aparte de cambiar de la vida en Madrid y la vida laboral de allí, y fue toda una oportunidad venir aquí a cantar en los hoteles. Fue toda una aventura, porque nunca había estado en ninguna de las islas ni hecho este trabajo. Pero salió bien.

Neus Ferri, una cantante entre Menorca y el Mundo

¿Qué hizo que decidieras quedarte en Menorca todo el año?

Después de dos años viniendo en verano, al principio ya tenía curiosidad por saber cómo sería el invierno aquí. Porque es muy diferente y muy tranquilo, y la gente me decía “Uy, tú no aguantarías, a los dos meses te has vuelto”. Y el tercer verano encontré una casa en Mercadal donde pude estar y aún sigo todo el año.

¿Qué es lo que más te gusta de Menorca?

Te podría decir mil cosas. Me gusta mucho el cielo, es diferente a los que había visto, más claro. Además, no hay edificios altos, eres mucho más consciente del contacto con la naturaleza, con la tierra, la luna… y muchas cosas con las que aún alucino cuando me levanto cada día. También me gustan mucho los pueblos, me gusta mucho Es Mercadal y la vida de aquí, la gente…

Canta desde que nació y no se ha dedicado a otra cosa que no sea la música en toda su vida. Desde mayo de 2022 se encuentra inmersa en la gira del cantante Melendi, a quién acompaña encima de los escenarios junto con su guitarra y con la voz. Con una gira que la ha llevado por México, la península, y que en los próximos meses la arrastrará hasta América del norte y central, afirma que Menorca es justo el lugar que necesita ahora para desconectar de tantos aviones y tantas ciudades.

¿Cuándo decidiste dedicarte a la música?

No lo decidí, yo quería cantar desde que abrí la boca y quería vivir de ser cantante, pero pensaba en otras muchas cosas también. Empecé a cantar ganando algún dinero cuando tenía 8 o 9 años en la iglesia, luego entré en mi primer grupo de heavy metal a los 15, donde conocí los instrumentos, entré en un local de ensayo, conocí una banda y toqué en directo. Fue un momento determinante; empezaron a llamarme de trabajos, y ya no me he dedicado a ninguna otra cosa.

¿En qué trabajas ahora?

Antes daba clases, pero en verano empezamos la gira con Melendi (quién fuera su coach en el programa La Voz) y me tenía que aprender mucho repertorio en dos meses, así que dejé de dar. Ahora estoy con la gira, que seguramente se alargue, y con mis discos y mi promoción.

Neus Ferri Menorca

Musicalmente, ¿cuál crees que es la experiencia que más te ha marcado?

Muchas. He tenido mucha suerte porque al dedicarme a esto siempre, he vivido muchas cosas. Así cosas bonitas… He cantado con mucha gente que admiro y amo, he hecho proyectos muy diferentes.

Alcoy, su ciudad de origen y donde vivió hasta los 18 años, es la sexta ciudad más poblada de la provincia de Alicante, con más de cincuenta mil habitantes. Todas las ciudades tienen su encanto, pero claro, notas mucho la cantidad de gente y de ruido… El ritmo de vida es otra cosa. Todo el mundo va rápido, todo el rato. Antes de vivir en Menorca yo solo había vivido la prisa e ir ajetreada. Fue un gran cambio, cada cosa tiene lo suyo. Me dijeron que en Menorca me aburriría y que en invierno no había nada que hacer, y la realidad es que si quieres no parar puedes hacerlo también, cosas para hacer hay muchas.

¿Qué costumbres de la isla son las que más te han gustado?

Lo que más me gusta de aquí es la lengua [El menorquín, un dialecto del Catalán]. Tenemos muchas semejanzas y muchas diferencias que me hacen gracia [Con el valenciano, también dialecto del Catalán].

¿Qué es lo que más te sorprendió al llegar aquí?

Quizás fue la personalidad de la gente, que es muy fuerte. Sobre todo en Ciutadella, que es donde estuve viviendo los dos primeros veranos. Me parecieron muy diferentes y fácil de ver quién es menorquín y quién no. La interacción es curiosa.

¿Crees que en Menorca hay cosas a hacer?

Creo que es un lugar donde se pueden hacer muchas cosas. Hay una gran voluntad de programar música en la calle, algo que me sorprendió, que desde la primavera que sale el sol ya hay alguien los sábados tocando en la plaza. Yo esto no lo había visto jamás. Es decir, que hay muchos lugares para tocar, y quizás no es el lugar con más salas y más oferta, pero no creo que Menorca sea un lugar donde no se hacen cosas.

Para mí es la bipolaridad que necesito [estar entre Menorca y otra ciudad], porque soy una persona muy sociable y muy activa, pero necesito tener las dos cosas, tener un lugar para mí y preguntarme cómo estoy y escribir cosas tranquilamente. Conectar con otra manera de vivir me va muy bien.

En un futuro, ¿te ves en Menorca?

No me lo he planteado. Yo siempre estaré aquí mientras pueda. Hubo un momento en que estuve a punto de irme, porque son muchos aviones, muchos, y muchos días más que el resto que vive en la península u otro lugar, pero mientras lo pueda mantener, aquí estaré. Es muy tranquilo, hay muchas cosas a hacer y, por otro lado, es que es muy bonito.