La Cova de Coloms, una catedral natural en Menorca
Por Itziar Lecea
Hace millones de años, un gran río subterráneo enlazaba el norte y el sur de la isla de Menorca. Las aguas traspasaban piedra, roca y tierra y desembocaban con fuerza en una gruta que ha enterrado sus secretos tras una inmensa pared por la que aún se cuela el aliento de las entrañas que esconden.
O eso se cree.
Es ese pequeño soplo de aire el que ha animado a algunos expertos a proponer la hipótesis de que Menorca, por dentro, pueden tener una red de túneles que conectan distintos puntos de la isla.
La leyenda sustenta esta teoría: Menorca, se dice, se erige sobre tres grandes pilares subterráneos – nunca demostrados – pero que alimentan las teorías.
Maravilla natural
La gruta en cuestión se conoce como la Catedral, por las increíbles dimensiones que alcanzan los 24 metros de altura, 15 de ancho y 110 metros de largo.
Es, de hecho, la mayor cueva de fácil acceso en la isla. Su nombre, laCova des Coloms, le fue dado por la cantidad de palomas que vivían en su interior antes de que la práctica de la caza las desterrara del lugar.
El encanto del enclave reside en la inmensidad que transmite y que se esconde tras una entrada más bien pequeña y algo escondida entre la maleza.
De planta más o menos ovalada, la Cova des Coloms esconde algunas sorpresas, como un paso vertical estrecho por el que es posible trepar y tener una vista desde las alturas.
La Cova des Coloms se sitúa en el barranco de Binigaus, en el sur, y se ubica en el término de Es Migjorn Gran. El acceso desde el pequeño pueblo se realiza desde la carretera del cementerio, por la que se llega al barranco.
Es fácil seguir esta ruta, aunque es recomendable extremar precaución en algunos tramos por la humedad que se acumula y convierte el terreno en un paso resbaladizo. La alternativa, un poco más larga, es encarar el camino del barranco de Binigaus desde la playa que le da nombre y seguir el sendero hasta prácticamente el final.
Aunque no está señalizado, el acceso a la cueva es bastante conocido por los habitantes de la isla. Y es habitual encontrar a caminantes dispuestos a guiarte, especialmente si es fin de semana.
La Catedral de los paganos
Además de palomas, la Cova des Coloms ha tenido otros inquilinos. Las excavaciones del prehistoriador fracés Émile Cartailhac, realizadas a finales del siglo XIX, descubrieron cerámicas y huesos humanos que datan de la época post talayótica (550-123 aC).
Entre 1914 y 1915, el arqueólogo Antonio Vives, aportó más datos gracias a las vasijas de cerámica y objetos de bronce que surgieron a la luz de sus excavaciones.