Jeremy Mann, el Messi de los pintores, llega a Menorca

Por Itziar Lecea

 

Pintar un cuadro con limpia parabrisas de coches, rodillos o espátulas en lugar de pinceles, no parece la mejor manera de pintar.

Sin embargo, hay una persona que ha conseguido posicionarse en la primera liga de los pintores contemporáneos a nivel mundial con estos extraños métodos. Su nombre es Jeremy Mann. Y este mes ha dado un curso intensivo de arte en Menorca.

Jeremy Mann nació en Cleveland, Ohio, en 1979. Allí se graduó en Bellas Artes, y pasó luego a formarse en la Academia de Arte de la Universidad de San Francisco.

Lleva exponiendo su obra desde al año 2005 en galerías de Estados Unidos, donde desvela paisajes urbanos de carácter impresionista y figuras femeninas rodeadas de atmósferas frías e intrigantes.

¿Cómo llega un pintor como él a una isla como esta?

Los pintores locales, Carles Gomila y Jorge Fernández Alday, son los responsables de haber traído a este crack de la pintura a la isla.

A través de los talleres de Menorca Pulsar, que ellos mismos organizan, Mann y su compañera en la vida y en el arte, Nadezda, han compartido una semana muy intensa con 17 personas venidas de todas las partes del mundo para conocerle. Sin embargo, fueron casi 200 los interesados en asistir a este “campo de concentración”.

El proceso de selección pasó por enviar un formulario rellenado con los intereses e inquietudes culturales de cada uno. Luego, el mismo Jeremy se encargó de analizar una por una las solicitudes y elegir a los 17 afortunados.

Es el segundo curso de estas características que Mann ofrece a sus seguidores. El primero fue el año pasado, en la Barcelona Art Academy. Y todo el contenido del curso lo guarda en secreto hasta el momento de la verdad.

Pero para que te hagas una idea de cómo ha sido trabajar con él, imagina jornadas de más de 12 horas de trabajo, en las que Mann y Nadezda han intentado romper las barreras de cada uno de los asistentes.

Su objetivo no es que pinten como ellos. Sino que los estudiantes encuentren su propio camino como artista y se desprendan de los miedos y prejuicios que les impiden avanzar. Es por eso que la mayor parte del tiempo la han dedicado a conocerse a ellos mismos, a través de ejercicios tutelados y con una revisión del trabajo hecho al finalizar el curso. Una experiencia que les ha cambiado la vida.