El certamen de teatro más importante de España sigue vivo. Y es en Menorca

Por Itziar Lecea

Quizás hayas podido ver en alguna ocasión noticias sobre el Premi Born. Más allá de la coincidencia de nombre con el fallido teatro de Ciutadella (que cerró sus puertas hace más de diez años a la espera de una reforma en condiciones, que parece llegará el año que viene), el Premi Born de Teatro es el galardón más prestigioso a nivel estatal. Y uno de los más valorados por los grandes dramaturgos de nuestra época. Aunque la dotación económica del premio ha ido a menos durante los últimos años, en el 2017 se demostró que este certamen sigue muy vivo, con más de 250 obras presentadas. Nunca en la historia de este premio, que llega a su 43 edición, se había dado una participación semejante.

En 2018, y con la promesa de 14.000 euros y la traducción del texto ganador a las cuatro lenguas oficiales del Estado -castellano, catalán, gallego y euskera-, se han presentado 189 obras. La gran mayoría, de Madrid y Barcelona. Aunque un pequeño porcentaje llega desde otros países de Europa.

La ganadora de esta edición, Ruth Gutiérrez, es una joven cántabra que se estrena en la dramaturgia con su primera obra “Los amantes sobrehumanos”. Y que el jurado ha valorado por ser “una obra arriesgada y valiente, un Romeo y Julieta disfuncional que nos ha de servir para reflexionar sobre la violencia y el horror. Pese a la dureza de las situaciones, nunca abandona la fragilidad y la ternura a través de su lenguaje poético”.

Un premio sin sede

A pesar de las obras de reforma que se han llevado a cabo en el Teatro del Born, y motivo por el que nació este galardón, allá por los años 70, no se ha podido entregar en escenario de su sede original. El teatro, que ha visto pasar sobre sus tablas decenas de entregas del premio, lleva más de diez años cerrado. La última reforma, un despropósito que ha dejado el edificio inservible, está a la espera de ser subsanada. En principio, para el año 2019.

teatro minorca

Pero con muchos seguidores

Sin embargo, no tener sede no ha parado a los organizadores en ningún momento. Ni siquiera la crisis económica, que durante los últimos años se ha cebado con el sector cultural. Y que ha hecho menguar el premio en metálico del galardón de forma notable. Una campaña de micro mecenazgo, “Crec en el Premi Born”, es la que ha mantenido vivas las ganas por la cultura en la ciudad. Numerosas empresas de la isla aportan su granito de arena a uno de los certámenes más importantes que tenemos. Y que no deberíamos dejar caer en el olvido.