Soñar por el campo de Menorca

¿Eres de los que no se conforma con ver los lugares típicos y más turísticos? Te gusta la naturaleza y vivir experiencias diferentes a las que salen en las guías?

Menorca es tu lugar para perderte y soñar despierto.

El clima templado es perfecto para descubrir una cara muy distinta de la isla. Los prados aún verdes y las temperaturas amables invitan a recorrer caminos, así que si quieres descubrir una Menorca auténtica y acogedora, no dudes en marcala en  tu calendario de viaje.

Las rutas

El ya archiconocido Camí de Cavalls es la ruta que más juego te dará. Este sendero de 185 kilómetros rodea el perímetro de Menorca, con lo que la variedad de paisajes está asegurada. Hazte con una buena guía sobre el Camí de Cavalls. Más que para orientarte (es difícil perderse, pues el camino está señalado cada pocos metros con un poste indicativo), para conocer de antemano la dificultad de la etapa que vas a realizar. Si te has planteado hacerlo del tirón (lo que puede costarte una semana, aproximadamente), asegúrate de llevar contigo agua y comida suficientes. Y ten bien localizados los lugares en los que puedes repostar, como fuentes de agua potable.

El Barranc d’Algendar es el más importante de la isla por su longitud, siete kilómetros, y por ser el único que lleva agua durante todo el año. Los senderos abiertos en el fondo de este barranco permiten paseos bastante sencillos que aseguran una vistas espectaculares de las alturas de hasta 80 metros de sus paredes. Para los más aventureros, también existe la posibilidad de explorar una de las cuevas más espectaculares de la isla, y que se encuentra escondida en una de las paredes del enclave. Se trata de la Cova Murada, cuya entrada permite una vista magnífica para quienes no sufren de vértigo.

El monte de Santa Águeda es el segundo punto más alto de Menorca, después de Monte Toro. La ascensión es suave y parte del camino está cubierto por una calzada romana. En la cubre, aún quedan en pie restos de una fortificación construida en la época de la dominación musulmana. Puedes llegar a Santa Águeda por el Camino del Alocs y la excursión no te llevará más de una mañana.

La Punta Rotja es otro de los paisajes extraños que la variada geología de Menorca brinda al espectador. Su nombre viene dado por el color de las piedras de este lugar, de un marrón rojizo. Desde lo alto de esta punta, orientada hacia el norte, se divisan las playas de Algairens.

Trucos para andar por Menorca

1. No te fíes de las alturas poco importantes de la isla. La accidentada morfología tanto de la costa como del interior, la convierten en un terreno exigente para caminantes poco experimentados.

2. Respeta las normas. Los terrenos y caminos privados suelen estar debidamente señalizados. No entres en lugares que no son públicos o podrías meterte en problemas.

3. Sigue el camino. Especialmente el Camí de Cavalls, está muy bien indicado, con lo que es complicado perderse. Si quieres realizar una ruta un poco menos transitada, infórmate antes de salir.

4. Cierras todas las puertas que encuentres en tu camino. La ganadería es una práctica muy extendida en toda Menorca. Las fincas o “tanques” de piedra suelen tener un paso en forma de barrera hecha con tablones de madera. Si has de pasar por una de ellas, asegúrate siempre de dejarla cerrada. Así evitarás que los animales no pasen por donde no deben.

5. Mantén el entorno limpio. Aunque este consejo es aplicable a cualquier lugar del mundo, nunca dejes basura en la naturaleza. Menorca fue declarada en 1992 como Reserva de Biosfera, y sus habitantes son bastante celosos a la hora de conservar el paisaje limpio.