Caballos de fiestas a Menorca

por Itziar Lecea

Cel, Poriol, Nin y Revull están entrenando duro. Saben que les esperan unos días complicados de calor, gente y muchas horas a pie. Pero también tienen a quien les cuida de manera especial para afrontar el evento más especial que tiene lugar en Menorca: las fiestas de Sant Joan.

Ellos son algunos de los caballos que tienen un papel protagonista en la fiesta. Son ejemplares adiestrados en el Club Hípico de Sa Creueta, en Es Migjorn Gran, con el fin de dar el mejor espectáculo durante los momentos clave. Pero no solo ellos reciben unos cuidados muy especiales para afrontar las duras jornadas de “trabajo” que les esperan. El amor, aprecio y respeto que se tiene en Menorca hacia estos animales, hace que sean los participantes del evento mejor cuidados.

Preparativos previos

Durante el mes de junio es más que habitual encontrarse con un pequeño grupo de jinetes que cabalga al atardecer. Lo hacen por la calles de la ciudad, entre los coches y la gente. También es fácil verlos por la carretera. A diferencia de la mayoría de animales que transitan en ambientes con mucho ruido y movimiento, estos caballos no llevan anteojeras. Sus dueños los acostumbran durante meses a sonidos y movimientos bruscos; algo con lo que tendrán que lidiar durante sus paseos festivos.

El mayor problema que sufren estos animales durante las fiestas, es la deshidratación. El calor y las largas horas en marcha hacen que el cansancio sea palpable al final de la jornada, que suele terminar de madrugada. Es por esto que se les alimenta con un pienso especial cargado de minerales llamados electrolitos, que previenen la deshidratación. Aun así, hay momentos en la fiesta en la que se preparan tinajas con agua, que los animales aprovechan en los momentos de descanso.

También la parte más estética del animal se tiene en cuenta durante las semanas previas. Les cortan el pelo y cepillan y trenzan sus crines. Es parte del ritual de exaltación de un animal que, en la isla, es considerado un símbolo y un orgullo. Especial atención reciben las herraduras, que se cambian para adaptarse al asfalto y adoquinado de las calles.

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Jóvenes con experimentados y mayores con niños

La elección del caballo es algo bastante íntimo para cada jinete. Los caballos con un papel protagonista, como los que lleva el Caixer Senyor, son animales criados exclusivamente para la fiesta en una hípica. Sin embargo, los “pagesos” o granjeros que participan, cuentan con uno o varios animales propios.

Cuanto más joven es el jinete, mayor suele ser el animal. De esta forma, se compensa la falta de experiencia humana con la veteranía del caballo. Y suele suceder al revés con los “cavallers” de edades más avanzadas. Aquellos que rondan entre los 30 y los 50 años, eligen animales jóvenes, con brío, con los que dar un buen espectáculo de saltos y carreras.

La mayoría de los caballos que salen en las fiestas de Sant Joan y, en general, en el resto de fiestas de la isla, son de raza menorquina. Los caracteriza su capa negra, altura considerable y patas y cuello esbeltos. Sin embargo, no es requerimiento necesario que el caballo que sale en fiestas sea de esta raza. Caballos marrones, moteados y alguno blanquecino también hacen su aparición.

Cómo tratar a un caballo en fiestas

A pesar de los muchos cuidados y atenciones que reciben, los caballos son animales. Nobles, pero animales. Así que es mejor tener en cuenta algunos consejos si es la primera vez que interactúas con ellos.

1. Nunca les de la espalda. En algunos momentos de la fiesta, los caballos corren y saltan. Así que pon especial atención al sentido de la cabalgata para tenerlos siempre de frente y controlar sus movimientos.
2. Nunca tires de las riendas. Si te apetece acercarte a ellos, hazlo con dulzura y movimientos pausados. Están acostumbrados al bullicio, pero siempre agradecen que tengas un poco de consideración por ellos. Puedes acariciarles el cuello y la cabeza. Pero nunca toques las riendas. O podrías llevarte una buena reprimenda por parte del jinete.
3. Si ves que un caballo está alterado (bufa, pisa con fuerza o hace movimientos ladeados) no te acerques a él. Seguramente tendrá un mal momento y el jinete tratará de calmarlo. No dificultes su tarea.
4. No les des alimentos fríos. A veces, algunas personas intentan calmar la sed de los animales con polos. No lo hagas, pues son animales de estómago delicado y podrías hacerles más daño que bien. En su lugar, pide permiso al jinete para ofrecer al animal un poco de agua.
5. Aunque evitarán a toda costa pisarte o hacerte daño, es muy normal que salgas con un pie magullado por la pisada de un caballo. Está atento a sus poderosas patas y evita su trayectoria.